
Y estas coas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros,
a quienes han alcanzado los fines de los siglos. (1 Corintios 10:11)
El texto Bíblico que nos ocupa comienza diciendo: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo,”
¿Cuáles cosas?
Pues conozcamos la respuesta en los anteriores versículos del mismo Capítulo:
1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 1 Corintios 10:1-4
(V.1) Todos estuvieron bajo la nube (fueron guiados)
(V.1) Todos pasaron el mar (fueron liberados)
(V.2) Todos fueron bautizados (recibieron vida nueva)
(V.3-4) Todos comieron el mismo alimento espiritual y bebieron la misma bebida espiritual (recibieron provisión)
¡Cuán grandes bendiciones recibieron! Sin embargo, por sus actos vergonzosos sufrieron graves consecuencias. Leamos a partir del Versículo 5.
5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 1 Corintios 10:5-10
¿A quiénes les acontecieron estas cosas?
La respuesta la hallamos en 1 Corintios 10:1 que dice: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;
El texto hace referencia a nuestros primeros padres que salieron de la cautividad de Egipto, después de haber sido esclavos durante 400 años.
Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Génesis 15:13
Por causa de los pecados cometidos, aún después de haber sido liberados, sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. En un solo día murieron 23.000 de ellos por culpa de esa inmoralidad. murieron víctimas de las serpientes y el ángel de la muerte los mató.
Estas fueron las cosas que les acontecieron y que a nosotros nos sirven de ejemplo, a los que somos participantes de la gracia de Dios y que vivimos en los últimos tiempos.
Estas cosas quedaron escritas como una amonestación para nosotros. Atendamos entonces, y pongamos toda diligencia para escapar de las consecuencias del pecado.
Tanto la codicia, como la idolatría, la glotonería, la fornicación y la murmuración entre otros males, están dañando la vida de muchos hoy en día. Estas no son herencia de bendición que debamos atesorar como si se tratara de un legado ¡Claro que No! Por el contrario, estemos dispuestos a renunciar y a rendir todo nuestro corazón al Señor Jesucristo, a aquel que murió por nuestros pecados en la cruz del calvario, y así viviremos con Él por toda la eternidad.
Sea esta amonestación una clara advertencia,
Para no repetir lo que hicieron nuestros padres.
Porque sería una conducta totalmente grave,
Que pondría en alto riesgo nuestra existencia.
Por el gran amor de nuestro Padre Celestial,
Han quedado escritos estos acontecimientos.
Para que los advertidos oigan y puedan escapar,
De la tragedia final del sufrimiento en el infierno.
No suena muy halagador el usar esta palabra,
Pero es una realidad que no podemos esconder.
Porque, así como el cielo es nuestra final morada,
También el otro terrible lugar ansía tu alma perder.
Quienes aman al Señor de todo corazón,
Se purifican cada día procurando santidad.
Porque quieren escapar de la condenación,
Y vivir con su Creador por toda la eternidad.
