Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. (Lucas 15:7)
¿Cómo celebra usted el nacimiento del Salvador?
¿Al Hijo de Dios que vino para salvar al pecador?
¿Con árbol de navidad y preparando mucha comida?
¿Viajando, estrenando auto, dándose “la buena vida”?
¿Realmente es Jesús a quien está usted celebrando?
¿Cuando entrega los regalos y coloca la decoración?
No digo que por dar un presente se está condenando,
Pero si no recibe a Cristo es simplemente tradición.
Ya que el homenajeado se goza en una celebración,
Juntamente en la gran fiesta con todos los invitados.
¡Cuánto deseo que ahora mismo esté feliz el corazón!
¡De aquel que vino a morir en la cruz por mis pecados!
El nacimiento del Rey Jesús fue en Belén de Judea,
En la tierra bendita de Israel cuando Herodes reinó.
Nadie sabe la fecha exacta, aunque usted no lo crea,
Pero sabemos que esa noticia al rey Herodes turbó.
A muchos sigue turbando la noticia de su nacimiento,
Porque no quieren enfrentar a Jesús cara a cara un día.
Preferirían que siempre fuera un niño sin conocimiento,
No el gran Juez que al final de los tiempos les juzgaría.
Está determinado amigo lector, no hay vuelta atrás,
De ser castigado junto con todos los desobedientes.
Solo si te arrepientes de la condenación escaparás,
Y no sufrirás pérdida en el lago de fuego ardiente.
Belén Efrata, pequeña entre las familias de Judá,
Como lo escribiera Mateo y el profeta Miqueas.
Que de allí saldría un guiador que apacentará,
Al pueblo de Israel y a todo aquel que en el crea.
A eso vino Jesús, a salvar a la humanidad perdida,
A guiar y apacentar un pueblo para su honra y gloria.
Pues él dijo Yo soy el camino, y la verdad, y la vida,
Yo pagaré por tus pecados para que vivas en victoria.
¿Seguirás celebrando el nacimiento de Jesús,
¿Cantando villancicos a un niño recién nacido?
¿No sabes que Él creció y murió en la cruz?
¿Y también resucitó para salvar al perdido?
Si en delitos y pecados te encuentras mi amigo,
Es el día de recibir a Jesús abriendo tu corazón.
Si reconoces ahora mismo que estás arrepentido,
Él con su sangre te limpia y te otorga el perdón.