
Ahora me levantaré, dice el SEÑOR; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. (Isaías 33:10)
La expresión “Ahora me levantaré”, nos da la idea de alguien que está en bancarrota y decide continuar. Parece hablarnos de alguien que ha fracasado y toma nuevas fuerzas. También podría tratarse de alguien que sale de una depresión. No obstante, y afortunadamente el texto bíblico no hace referencia a lo dicho por una persona común. No es algo que dijera un ser humano por causa de sus debilidades frustraciones y fracasos. No, ¡Aquí estamos viendo la declaración de un Dios que no vacila ni posterga sus decisiones!
Cuando Dios dice “Ahora me levantaré”, ¿Indica que él estaba acostado? ¿Que estaba tomando una siesta, o que estaba en un profundo sueño del cual debía ser despertado? ¡De ninguna manera! En este caso, lo que Dios está diciendo es que él estaba esperando el momento oportuno para actuar porque Dios es exacto y preciso.
Por consiguiente, debemos saber que Dios tiene un tiempo para esperar y tiene un tiempo para actuar. Dios tiene un tiempo para levantarse y para manifestarse con gran poder. Esto nos revela su carácter ordenado en cada proceder.
¡Qué honor poder conocer el ahora de Dios! ¡Qué privilegio ser beneficiarios de la manifestación de su poder!
Estemos a la expectativa del ahora de Dios, porque ahora es el tiempo de ver su poder y su gloria. Ahora también es el tiempo de decir:
“Levántate Señor, sean esparcidos tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.” (Salmos 68:1)
Exaltemos hoy el nombre del Dios todopoderoso,
Adoremos al que vive, adoremos al Dios glorioso.
Que te alaben los cielos la tierra y toda tu creación.
Que se cumpla tu consejo trayéndonos redención.
Ahora se ha levantado ahora será conocido,
Como sucedió allá en los tiempos antiguos.
Cuando hizo pasar al pueblo en medio del mar,
Sin que los carros de faraón lo pudieran alcanzar.
Su pueblo caminó en medio del desierto muy protegido,
Sus pies no se hincharon ni se envejecieron sus vestidos.
Cruzaron sin complicaciones el río Jordán y el mar rojo,
Dios con poder salvó, libertó, resucitó y sanó a los cojos.
Hoy se ha levantado nuevamente para demostrar su poder,
Es la hora de que su nombre sea engrandecido por todos.
Es el tiempo en que Dios será glorificado del mismo modo,
La gloria potrera es mayor que la primera ¡Lo vamos a ver!
